VSF (Barcelona).- Monsanto ha vuelto a demostrar que tiene uno de los departamentos de lobby más exitosos del planeta. La empresa estadounidense lleva años influyendo magistralmente en todas las administraciones donde tiene intereses mercantiles para que estas abran las puertas, y cuanto más mejor, a sus semillas transgénicas y derivados. El Estado español es una buena muestra de ello y no es casualidad de que sea el estado europeo que más hectáreas de cultivos trasngénicos tiene.
A la lista de productos Genéticamente Modificados (GM) -maíz, soja, algodón, remolachas, patatas, tomates e incluso salmones- ahora podemos añadir otro producto de masas: la alfalfa.
La alfalfa es un cultivo que se utiliza intensamente de manera importante como alimento para rumiantes, especialmente en vacas de leche. Es uno de los forrajes estrella. Monsanto piensa a lo grande y a la hora de decidir qué genes quiere mangonear, aspectos como la cantidad de superficie cultivada y, especialmente, su grado de importancia en la alimentación humana o animal, son aspectos claves en sus decisiones. Y la alfalfa es un alimento prácticamente imprescindible para las producciones industriales de leche en el mundo occidental.
Fuente: http://www.veterinariossinfronteras.org/news/2010/07/13/0001