Por ello los técnicos de SAT ANSÓ realizan el control y seguimiento del cultivo para determinar los momentos óptimos de siega y recolección, así como para vigilar las posibles plagas que pudiesen presentarse en las parcelas.
El trabajo empieza con la identificación de las fincas contratadas, y a ello le sigue la verificación del estado del cultivo y la elaboración de la rueda de corte. Así, se determina el orden de corte que se irá siguiendo en las parcelas y la consiguiente planificación de los trabajos de campo y la recepción de la alfalfa picada en fábrica, para que de este modo pueda ser procesada diariamente y se obtenga un producto de calidad.
Después de deshidratada y transformada en pacas o peletes, la alfalfa es almacenada y preparada para el transporte hasta los clientes.
Todo el ciclo de producción sigue estrictos parámetros técnicos que permiten obtener un forraje de grande calidad nutritiva para la alimentación del ganado.